En enero abrirá la primera Natural Horse & Life Academy para jóvenes en Europa, un proyecto que va más allá de los caballos. Desde que comenzó a enseñar a los niños cómo tratar con los caballos de una manera natural en el 2009, esta madre de cuatro de hijos y jefa de Noahs Garden sabe qué es necesario para guiar a los jóvenes hacia el éxito. Y no sólo en la equitación; ya que para hacer frente a la vida necesitan fuerza física, mental, emocional y espiritual.

“El mundo cambia rápidamente”. A día de hoy, nadie sabe lo que deparará el futuro y lo que los niños van a necesitar algún día. “Por eso tenemos que ayudarles a que desarrollen grandes personalidades para que sepan realmente quienes son”, afirma Karen.

Los colegios cumplen su función hasta cierto punto. Dan calificaciones según los conocimientos de diferentes asignaturas, el trabajo realizado, la cooperación y el orden. Sin embargo, en la vida real las cosas que importan son totalmente diferentes: la creatividad, la originalidad, el humor, el carisma, la iniciativa, el sentido de comunidad, la anticipación a las buenas metas y el amor de las personas, los animales y la naturaleza. Los caballos ayudan a que estas capacidades se desarrollen antes. El deseo de estar juntos a ellos motiva a los niños; son como el viento con las velas.

Son cinco personas especiales y sus proyectos las que inspiraron a Karen para crear su academia: una visita al Green School en Bali, la primatóloga Jane Goodall con su proyecto Roots and Shoots, el Consejo Internacional de las 13 Abuelas Indígenas, el Foxfield Drill Team en California, y el Parelli Natural Horsemanship de Pat y Linda Parelli. Todos guardan en común la naturaleza como punto de partida en todas las decisiones para que nuestro planeta tenga un futuro.

Ésta no es una escuela normal de equitación. Aquí se enseña lo que implica la vida con los caballos. El trabajo pie a tierra y la gimnasia de los caballos, montar sin silla y sin bridas, doma, comunicación a través del lenguaje corporal y los mensajes mentales, medicina a base de hierbas, los herrajes, y conocimientos acerca de la silla de montar. También forman parte del entrenamiento la capacidad de trabajar en equipo, la meditación, el trabajo energético y el arte de compartir con los demás los conocimientos.

De esta manera es el caballo y no el deporte el que se convierte en el centro de todo. “Queremos que los caballos estén contentos de estar con nosotros. Si les respetamos y motivamos como se merecen, nos darán más que un alto rendimiento: cercanía, alegría y todo lo que nunca hubiéramos creído posible”.

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Todas las actividades tienen lugar por las tardes, los fines de semana y durante las vacaciones. El hecho de aprender de manera intensiva durante un año, al igual que pasa en el colegio, da mayor fuerza de voluntad y hay que demostrarlo. Los jóvenes pueden inscribirse con un vídeo y un email, lo que significa que no es importante demostrar lo que ya saben hacer; lo importante es su motivación y alegría. ‘Alegría’: esa chispa que salta cuando vemos algo que nos gusta de verdad.

Cuando Karen habla de nosotros, se refiere al equipo de primera categoría con el que cuenta. A lo largo de su vida, Karen ha conocido a mucha gente relacionada con los caballos y todos ellos se han mostrado encantados con la idea de compartir sus conocimientos con los jóvenes. Además de las clases habituales, los fines de semana se llenaban de instructores de todos los campos: conocidos entrenadores de doma y equitación, jinetes acrobáticos, estrellas internacionales de la doma en libertad, sanadores de animales, osteópatas de caballos, además de maestros espirituales y chamanes.

“Los niños buscan modelos a seguir así que, ¿por que no escoger a los mejores? Así aprenderán lo mejor y podrán trabajar por ellos mismos”.

“Durante el primer año de la academia hay espacio para siete jóvenes con su propio caballo y 20 niños de entre cinco y doce años. Seguirán las obras en el jardín”, nos asegura Karen, “pero no necesitamos tanto espacio. Podemos darle un mejor uso: un huerto, una escuela de cocina con verduras, seminarios y eventos, salas para terapeutas, deportes y clases de meditación, incluso más espacio para caballos, que allí viven en el paraíso. Unos establos de paja abiertos y prados donde los caballos puedan volver una vez hayan acabado su trabajo”.
La gente espera ya con ganas la inauguración de la academia Natural Horse & Life para jóvenes en abril. Toda la información acerca del programa, las inscripciones y las actividades se pueden encontrar en www.alegria-ibiza.org