Su paso con un corto seleccionado en el Festival de Cannes hace 15 años fue el germen para que la ibicenca Helher Escribano, directora de cine y fotografía, productora y guionista, creara Ibicine, el Festival de Cine de Ibiza. “Aquella ciudad de costa, con su paseo, el clima mediterráneo y que respiraba cine, donde hacer contactos, mover proyectos y compartir momentos con las figuras más importantes de la industria internacional me impactó y pensé por qué Ibiza no tenía algo así, siendo el lugar paradisíaco que es”.

Cuando en 2016 volvió a la isla, montó su estudio de fotografía, donde proyectaba cortometrajes y, ante el éxito, se le ocurrió hacer una “final del público” y entregar unos premios con los que dar valor al cine corto. Al buscar apoyos, respuestas como “estás loca”, “eso no se ha hecho nunca en Ibiza” o “eres demasiado joven” no impidieron que lograse conseguir varios patrocinadores de lujo y aquella primera edición se convirtió en algo glamuroso: “Quería que los patrocinadores se sintieran orgullosos, devolverles el favor.” En solo dos meses nacieron los Premios Astarté, con “un nivel de gala que los invitados nos comentaban que parecía una décima edición”.

Este año, Ibicine ha celebrado su 7ª edición con una gran programación e invitados como el productor Axel Kuschevatzky, los actores Leonardo Sbaraglia, Jon Plazaola o Santi Vaca Narvaja, la actriz y presentadora Nerea Garmendia o la cómica Eva Soriano. Precisamente, Helher destaca a Axel Kuschevatzky, como el invitado que le ha dejado una huella más profunda en estos años: “Es una persona con más de 100 películas a sus espaldas, con la primera ganó el Óscar, todo lo que produce es un éxito.” Y añade, “Me dio tanta pena que se fuera que hasta lloré al despedirnos, es una persona muy especial”.

Los primeros años fueron difíciles. “Las tres primeras ediciones de Ibicine las hice prácticamente sola, la primera sola del todo”. Sobre las dificultades que afrontan las mujeres en la industria, no niega que queda mucho camino que recorrer. “Es difícil que te tengan en consideración en cargos de poder. Empecé el festival con 30 años y cuando iba a las visitas de empresas, a veces con mi padre, escultor de los premios Astarté, la gente se dirigía a él como si yo fuera su secretaria. Es triste porque una siente que tiene siempre que sobredemostrar su valía.”

Durante estos años ha formado un gran equipo humano, que considera su mayor logro y que le ha permitido expandir el festival en calidad y contenidos. Ibicine se enfoca en la diversidad de géneros, con temáticas que permiten generar debate e inspirar y educar al público. Procuran priorizar géneros “maltratados”, como la comedia o el terror, y obras que hablen de igualdad de género, temas sociales o educación. La filosofía es ofrecer una plataforma a los talentos emergentes, dándoles visibilidad y herramientas para hacer contactos y crear nuevos proyectos. Uno de los momentos más satisfactorios en estos años para Helher fue precisamente lograr financiación para el largometraje de uno de los cortos presentados, ‘Ama’, premiada ópera prima de Júlia de Paz. Los cortometrajes que proyectan son de calidad técnica profesional y los largometrajes, películas inéditas en la isla. “Es el festival que quería hacer: el que a mí me gustaría vivir como cineasta y como público.”

Hoy, medios nacionales e internacionales hablan de Ibicine a millones de lectores, pero el principal desafío para Helher fue hacer comprender a instituciones y empresas que captar al turismo cinematográfico es un trabajo de años. Parece que lo ha conseguido. Ibicine cuenta con el apoyo del Consell d’Eivissa, varios ayuntamientos, Ibiza Travel y Adlib Ibiza. También de empresas como Nobu, Nassau o ME Ibiza que miman a los invitados, haciendo que siempre quieran volver. Helher no puede evitar sentirse orgullosa: “Ibicine está considerado uno de los festivales de referencia de nuestro país. Todo el sector quiere venir a visitarnos, también a nivel internacional».

Preguntándole sobre su agenda de contactos, que llena de estrellas cada edición, Helher se ríe y explica: “En 2017 cuando empezó todo, yo llevaba años dedicándome al cine, había rodado con Álex de la Iglesia y conocía a muchos actores y actrices, solo tuve que levantar el teléfono”. Sobre el momento más emocionante vivido en estos años, recuerda con cariño la entrega a título póstumo de un premio a la actriz Terele Pávez. “Vino su hijo Carolo (que en paz descanse) y me regaló un reloj de su madre en la alfombra roja. Luego dio un discurso tan bonito…me emocioné…los echo de menos”.

La vocación de Helher por el cine fue temprana: “Mi padre nos ponía películas clásicas de pequeñas a mi hermana y a mí. Mis amigos venían a mi casa porque decían que mi padre tenía un ‘videoclub’. Mis películas favoritas son las de Hitchcock…espero algún día hacer algo de suspense”. Aunque su rol preferido es dirigir, le gustan todos los aspectos del cine. Incluso soñó con ser actriz de niña para emular a Penélope Cruz, a quien le gustaría traer algún día al festival, como también a Almodóvar, Amenábar, Coixet o incluso Robert De Niro. “Siempre estamos con la broma de que un día vendrá ‘el tito Rober’”.

Además de organizar Ibicine, Helher está escribiendo el guion de ‘Deu’, su primer largo como directora. También está inmersa en la posproducción de “Boliche”, corto que llevaba cocinando más de 11 años y rodó en Ibiza el pasado diciembre, y acaba de dirigir “La gente no tiene principios”, con Bárbara Hermosilla y Santi Vaca. Se lamenta de que los problemas de la vivienda que tanto han encarecido los precios implican que rodar fuera sea infinitamente más económico: “Es el peor de los males que tenemos en Ibiza”. Pese a ello, el futuro de Ibicine, certamen ya consolidado y cita imprescindible, se presenta brillante. “Jamás me imaginé conseguir lo que hemos conseguido, aunque soy una persona que no para de luchar hasta lograr lo que quiere. Hace 15 años soñé que Ibiza merecía un Festival de Cine como el de Cannes…Ellos tienen 77 ediciones…nos quedan 70, así que el límite es la Luna…”

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