Emma Roig Askari, distinguida periodista y veterana locutora, conoce de buena tinta las historias que despiertan el intelecto y la emoción. Nacida en Valencia, comenzó su carrera en El País, donde su serena determinación sentó las bases de una notable trayectoria: desde los centros de operaciones de la CBS y la CNN hasta el cargo de Directora de Contenidos de Plural Entertainment, que la llevó a las altas esferas de la cultura y la política.

Actualmente, Emma es una célebre columnista y redactora colaboradora de Vanity Fair España, que, aunque siempre atenta a lo extraordinario, se ha decantado recientemente hacia algo más íntimo pero igualmente cautivador: las historias jamás contadas que esconden las casas más increíbles de Ibiza. «Desde los fenicios de antaño hasta los hippies de los años 60 y 70, pasando por los fiesteros y los expertos en estilo de hoy en día, hay algo en esta isla que lleva a la gente a expresar su yo más auténtico, sin importar de dónde vengan o a qué se dediquen. Espero que las casas seleccionadas en este libro saquen esto a la luz», explica.

En Inside Ibiza, su libro publicado por Vendome Press, Emma se embarca en una exploración personal de esta isla que ahora llama hogar. Guiada por una profunda e instintiva conexión con el lugar, capta la esencia de viviendas que hablan a través del ambiente, la textura y el detalle. Alejándose de los tópicos de la fiesta ibicenca, ofrece una peculiar visión del lado más conmovedor de la isla, mostrando casas que irradian carácter, intensidad y una creatividad de espíritu libre. “Cada espacio es único e imposible de reproducir, con un lenguaje de diseño distinto que cuenta su propia historia y la de los sueños de sus propietarios”, explica Emma. “Reflejan a los diversos visionarios que se han sentido atraídos por Ibiza a lo largo de los años”.

Fotografiado por Ricardo Labougle y presentado por el arquitecto de AD100 Daniel Romualdez, Inside Ibiza cobra vida a través de la afinada voz periodística de Emma, que descubre las peculiaridades y matices de sus propietarios, a muchos de los cuales conoce personalmente. Por ejemplo, la villa de la radiante Miranda Makaroff rebosa color, es una celebración caleidoscópica de estampados y encanto psicodélico que refleja su exuberante personalidad y su innovadora carrera artística. Por el contrario, la casa de Stefan Brüggemann es una fusión de arte y naturaleza cuidadosamente seleccionada, con tres círculos en el jardín que representan la tierra, el agua y el fuego, y paneles de pan de oro sobre elementos escultóricos que contribuyen al lenguaje y al ADN únicos de la casa.

Y luego está la propia Emma, siempre presente, narrando desde el prisma de su propia experiencia. Su casa, situada en lo alto de una remota ladera ibicenca y publicada en Architectural Digest, se convirtió en un santuario durante la pandemia del COVID-19. Aquí, donde las puestas de sol despiertan recuerdos de Valencia y el huerto evoca la belleza de la sencillez, su hogar, bañado con la clásica luz blanca ibicenca, inspirado en el estilo autóctono de la isla y cuidadosamente diseñado por Blakstad Design Consultants, reavivó su pasión por las artes decorativas.

Después de haber decorado y renovado muchas de las propiedades de su familia, lo que empezó como un retiro de la incertidumbre global se convirtió en un nuevo capítulo creativo, y quizá en algo aún más profundo: el nacimiento de su primer libro. Emma describe este cambio como “un capricho del destino”, haciéndose eco de la creencia de Oscar Wilde de que “nuestras mayores pasiones suelen llegar sin avisar”. Sin embargo, tras la poesía se esconden agallas, devoción y un profundo compromiso con la belleza. La casa de Emma, adornada con tapices de mediados de siglo, mosaicos romanos y sutiles guiños a los baños árabes, es más que un espacio decorado, es un registro vivo de su herencia multicultural y de su creencia en una vida abundante.

“Los objetos de mi casa estaban antes desperdigados en un almacén: obras de arte, muebles, objetos queridos reunidos a lo largo del tiempo por instinto y por mis ideales de belleza”, nos cuenta con una sonrisa. “Esperaron en silencio hasta que se reveló su lugar adecuado”. Ahora, estas piezas visten habitaciones bañadas por el sol que resuenan con amarillos apagados, verdes orgánicos, tonos coloridos y madera pálida, creando una paleta sólida y radiante a la vez.

La pasión de Emma por el arte y los interiores no surgió de la noche a la mañana, sino que se desarrolló gradualmente a través del tiempo y las generaciones, y quizá empezó con su madre, una galerista que la crió entre las pinceladas de los talleres de artistas. Años más tarde, como embajadora de Christie’s, la pasión floreció. Allí creó experiencias únicas, como cerrar el Vaticano para exigentes coleccionistas u organizar una “jam session” privada con uno de los coleccionistas más importantes de Warhol y Basquiat. En cualquier caso, su trayectoria refleja la devoción de toda una vida por el arte, el diseño y la creación de momentos significativos.

La intuición de Emma le dice lo que muchos de nosotros olvidamos: que la verdadera belleza atemporal, con estructura y conmovedora, reside en los detalles. En nuestra conversación queda claro: para Emma, las casas son mucho más que inversiones o símbolos de estatus. Son autorretratos vivos de expresión personal. Aunque nunca se propuso escribir un libro, se vio obligada a traducir el lenguaje silencioso del alma y el espacio. No se trata de villas estériles sacadas de folletos, sino de lugares profundamente humanos, llenos de vida.

Las casas que comparte reflejan la esencia de quienes las habitan. Más que un estilo, representan una forma de ser: intuitiva, inesperada y genuina. A través de sus palabras, Emma ofrece un tierno recordatorio: el alma de una casa nunca se mide en metros cuadrados ni en tendencias, sino en la belleza de la vida que fluye en ella. “Pasear por una casa bien vivida es como entrar en la mente y el alma de alguien”, nos cuenta. No se limita a contar estas historias, sino que nos hace sentirlas. Con el asombro de un niño y la sabiduría de un corazón viajado, nos invita a recordar lo que significa pertenecer por completo a algún lugar.

 

Inside Ibiza by Emma Roig Askari with Photography by Ricardo Labougle

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