Mucho antes de que Michael Canitrot se presentara ante el público ibicenco en Lío, el headliner de la fiesta Pop Art ya era famoso en su París natal, donde jugó un papel importante en la escena francesa del dance con sólo 17 años.

Cuando Michael se plantó por primera vez en la entrada de la hedonista Les Baines-Douches, una increíble sala de fiestas de los 90 para iconos de la talla de Roberto De Niro, Grace Jones y David Bowie, se rieron de él.

«Ni siquiera tenía la edad suficiente para entrar», recuerda Michael. «Mi amigo y yo tuvimos que mentir un poco para poder pasar. Luego intentamos convencer al promotor para que nos dejara organizar una fiesta allí».

Después de convencer a los responsables de que hablaba en serio, Michael finalmente consiguió lo que quería.

«Recuerdo que el promotor dijo: ‘Está bien, te propongo una fecha, el 2 de enero, el día después de Nochevieja’. Que, por supuesto, es la noche más difícil de promocionar del año. Pero aceptamos el reto y al final esa fiesta fue la base de lo que luego sería mi propia fiesta: So Happy in Paris».

Cuando Michael iba ya por la tercera fiesta en Les Bains-Douches, ya trataba directamente con David y Cathy Guetta.

«David y Cathy eran los responsables del club en aquel entonces», explica Michael. «Me dieron un pequeño presupuesto para trabajar y juntos comenzamos a desarrollar la fiesta. Estaba muy feliz de trabajar con ellos; siempre apoyaron mucho la escena».

La predisposición de Michael con la gente guapa se mantuvo hasta la siguiente década, cuando le pidieron que organizara la música para el Festival de Cine de Cannes.

«El desafío en Cannes era crear un ambiente musical diferente cada noche para complementar cualquier película que se exhibiera. Por ejemplo, si se proyectaba una película mexicana, yo trataba de crear una música en torno a un tema mexicano, a la vez que la mezclaba con mi música».

Una de las tareas más emocionantes de Michael fue organizar la música de la alfombra roja para la controvertida epopeya de Quentin Tarantino, Inglourious Bastards.

«Quentin Tarantino tiene un muy buen gusto musical», continúa Michael, «así que no sólo estaba buscando crear algo que combinara con la película, sino también sorprenderlo. Actuar para tantas personas famosas y hacer que acabaran bailando fue genial. Un año incluso hice de telonero para U2, otro recuerdo muy especial».

Actualmente Michael está trabajando en nueva música con el líder de Disciples, Nathan Duvall. «Es un tema con un ambiente disco y un ritmo realmente housero», dice Michael.

Al mismo tiempo, Michael sigue concentrado en su fiesta Pop Art en Lío. En particular, integrando al público del cabaret de la tarde-noche con los ravers que llegan a medianoche para bailar hasta el amanecer.

«Después de la medianoche, retiramos las mesas y hacemos que la gente disfrute con algo completamente diferente», concluye Michael. «Una fusión de house, disco y sonidos más profundos. Espero que podamos acercarnos a recrear la atmósfera de la época dorada de las discotecas en Les Bains-Douches o en el Queen Club, donde hice mi fiesta So Happy in Paris. No hay muchos eventos en el mundo donde todavía se pueda encontrar esa mezcla de extravagancia y buena música house. Nueva York a veces. Y durante el carnaval en Río, quizás. Es mi primera temporada en Ibiza, así que no sé si será así todo el tiempo, pero creo que también estamos empezando a generar ese tipo de atmósfera los martes en Lío».

No te pierdas a Michael Canitrot con su fiesta Pop Art en Lío los días 3 y 17 de septiembre y 1 de octubre.