Los apartamentos de tres y cuatro habitaciones presentan unas generosas dimensiones: 190-200 m² con una terraza con spa de 120 m² y áticos con un solárium de 180 m². Además, cada uno dispone de su plaza de garaje accesible en ascensor y un trastero de 12 m².
Nada más entrar por el vestíbulo se accede al luminoso salón-comedor. Dispone de una acogedora chimenea y ventanas alargadas que permiten disfrutar plenamente de la vista panorámica del litoral. La calidad del equipamiento salta a la vista desde el primer momento: suelos íntegramente de caliza pulida, muebles de madera dura y paredes pintadas de raso. Las ventanas de Duralit con doble acristalamiento ostentan unos marcos de aluminio de precisión que garantizan el máximo aislamiento térmico y, por tanto, una gran comodidad en todas las épocas del año.
Otras características incluyen la luminosa cocina plenamente equipada y las dos unidades de aire acondicionado frío y caliente, una para el salón y otra para los dormitorios. El dormitorio principal presenta un cuarto de baño en suite con ducha y bañera.
Se podría escribir mucho sobre la ubicación de los apartamentos. Están situados entre pinares con jardines y zonas verdes dispuestos con un exquisito gusto paisajístico. El afortunado comprador podrá disfrutar de dos magníficas piscinas con vistas al horizonte, de las pistas de pádel y, lo mejor de todo, de acceso privado a la playa.
Con todas las características de calidad mencionadas, su diseño único y su ubicación insuperable, no cabe duda que esta fase final de Las Esmeraldas cosechará entre los compradores avezados un éxito tan grande como las tres primeras.