Muchas son las leyendas que se cuentan, algunas no del todo contrastadas, sobre el emplazamiento de uno de los restaurantes más impresionantes de la isla: Sa Capella.
Ubicado en una antigua ermita del siglo XVIII junto a una capilla subterránea del mismo nombre, Sa Capella ofrece el escenario perfecto para la velada más romántica que puedas soñar. Aunque su terraza, rodeada de palmeras y naturaleza, ya es el entorno ideal para una mágica noche de verano, es más que recomendable elegir para cenar su imponente interior, una verdadera joya arquitectónica con planta en forma de cruz, una nave central y seis pequeñas capillas decoradas con materiales nobles y naturales. Las paredes de piedra antigua, su tenue iluminación, su deliciosa selección musical y los candelabros, velas y botafumeiros que decoran el espacio sumergen al comensal en un ambiente que roza el misticismo. Y, presidiendo el interior, “Materia y espíritu, una espectacular talla en olivo centenario creada por el gran escultor ibicenco Antonio Hormigo.
En un lateral está la parrilla de obra con un horno Josper que constituye el corazón de la cocina de Sa Capella. El restaurante despunta con su alta cocina mediterránea y una carta, aparentemente sencilla, en la que cada bocado preparado por los chefs Martín Vázquez y David Mosquera es sublime y está cargado de matices sutiles. Su esencia se define en tres palabras: brasa, producto e Ibiza. Como en cualquier templo gastronómico, el producto de la más alta calidad es lo que marca la diferencia. Producto excepcional y de temporada (la carta se adapta constantemente a lo mejor que ofrece cada estación), preparado con pocos toques para realzarlo al máximo. Entre los entrantes a destacar, las Ostras Poget, el Carpaccio de Sirvia, los Calamares de la Isla a la brasa en su tinta y las Mollejas de Black Angus. Pero los protagonistas son sin duda las carnes, pescados y verduras a la brasa, destacando la Coliflor asada con trufa y parmesano, la Lubina salvaje al Josper y la Entraña de Nebraska, de una ternura incomparable. Como postre, la Tarta de chocolate con sal Maldon, Aove y brandy, con su original punto salado.
Cada detalle del local está cuidado al máximo, con gusto exquisito. Empezando por un eficiente, amable y discreto personal atento a cualquier necesidad del cliente, y siguiendo por una magnífica y extensa bodega con algunos de los mejores vinos del mundo. Aunque con predominio de caldos españoles y franceses, la carta de vinos de Sa Capella cuenta con etiquetas de todo el mundo: Italia, Alemania, Austria, Chile, Australia…incluso EEUU, cada uno seleccionado personalmente por Sebastian, el sommelier, y Matteo La Torre, el gerente. Tienen también vinos baleares, incluyendo tintos de Blacknose y Ojo de Ibiza y el Totem de Ibizkus, además de algunas de las botellas más caras del mundo, de cosechas de las que solo existen los ejemplares concretos del restaurante. Pero lo más llamativo es su uso del Coravin, un innovador aparto que permite servir el vino sin descorchar la botella y que sólo tienen dos restaurantes en toda la isla. Sebastian nos explica que, pese a su aparente sencillez, es difícil de usar, pero les permite ofrecer por copas también los vinos más extraordinarios. Por supuesto, su carta de bebidas ofrece también una excelente selección de cócteles de autor y destilados premium.
Nos cuenta Giuseppe Ruggieri, el segundo manager del establecimiento, que, durante la construcción original, los obreros dejaban las herramientas en el centro del templo y por la mañana las encontraban junto a la iglesia de Sant Antoni, provocando todo tipo de rumores sobre duendes o espíritus, por lo que finalmente la ermita no se consagró ni usó para fines religiosos. Giussepe, Matteo o los camareros no dudan en explicar amablemente al visitante todo tipo de detalles curiosos sobre el lugar. Y no son pocos. En 1784, al erigirse la iglesia de Santa Inés y ante la cercanía de la de Sant Antoni, la capilla fue abandonada. En el siglo XX, durante décadas, fue hogar de Doña Pepita, una payesa que en 1978 lo vendió por menos de lo que hoy serían 2 euros. Entonces se convirtió en uno de los restaurantes de moda en la isla, acogiendo a la jet-set y los artistas más famosos de la época, como Freddie Mercury, Sting, Bruce Springsteen, Montserrat Caballé o Tom Hanks, incluso el rey emérito Juan Carlos I era asiduo del local.
Desde la pasada temporada, Sa Capella reabrió sus puertas con aires renovados y bajo la dirección de la familia Anadón, fundadores del emblemático Café Mambo, y propietarios de otros locales tan conocidos como Casa Maca, Hostal La Torre, Cala Gracioneta o Villa Mercedes. Bajo sus riendas este emplazamiento espectacular ha alcanzado las cotas de elegancia y sofisticación lo que convierten en un verdadero lugar de culto para todo buen amante de la gastronomía.