Carl Cox conoció por primera vez a Pepe Roselló en 1994 en una fiesta de lanzamiento de React Records en Space. «El disco se llamaba Fact», recuerda Carl. «Fui uno de los artistas que participó en su serie de compilaciones y me llamaron para actuar en Ibiza y hacer un set de un par de horas. Fue la primera vez que Pepe me escuchó tras los platos y le gustó lo que hice».

Durante los siguientes 12 meses, Pepe siguió la carrera de Carl con interés, escuchando sus sets en lugares como Londres, Alemania o España. «Con el tiempo Pepe decidió que era el momento de conocernos», explica Carl. «Hablamos para que actuara en Space con mayor asiduidad. Me propuso participar en el Opening y el Closing de aquella temporada».

Desde el primer momento, Pepe dio total libertad a Carl para que pinchara la música que quisiera, algo que era una rareza dentro de la escena. «Es por eso que lo nuestro nunca ha sido realmente una relación de negocios», asegura Carl. «Entre Pepe y yo siempre ha predominado nuestra amistad por encima de todo. Ambos respetamos otras formas de vivir la vida, lo cual es fantástico. Es una de las razones por las que hemos sido capaces de mantener nuestra relación a lo largo de todos estos años. Normalmente el trato con la dirección de los clubs es diferente. Tú le dices al propietario lo que quieres cobrar y él te dice: ‘Ok, pero si tus noches no funcionan, estás fuera’. Si Space funcionara de esta manera, no estaría hoy hablando contigo. Sé que una vez termine en Space, no voy a tener este tipo de relación tan estrecha con ningún otro director de un club en el mundo. No es posible. Nuestra relación es mucho más profunda, no se reduce a que él me paga y yo actúo».

Con Space a las puertas de su final, en la isla no paran de circular rumores sobre su futuro. «A pesar de que Pepe tiene 80 años no va a dedicarse a plantar tomates», dice Carl entre sonrisas. «Él quiere seguir trabajando en la industria y aportar cosas buenas a la isla. Sé que quiere generar algo de atención positiva a San Antonio y, por supuesto, sería un sueño para mí trabajar junto a él y construir algo nuevo juntos. Su visión es crear una nueva Discoteca Space en el interior de un hotel. Pero seguramente no veremos nada hasta al menos dentro de dos años».

Mientras tanto, Carl seguirá siendo un asiduo visitante de la isla. A partir del año que viene tendrá el lujo de escoger dónde actuar, pero es muy poco probable que tenga una residencia en otro club. «Haga lo que haga va a ser muy especial», concluye Carl. «Ya se trate de DC10 o Amnesia – o incluso podría hacer algo en Privilege, quién sabe -… Pero lo que tengo claro es que no estoy buscando un nuevo hogar para mi fiesta Music Is Revolution. Sería difícil de replicar en cualquier otro club en la isla… Y tampoco quiero hacerla en otro sitio que no sea Space».

La fiesta de Carl Cox, Music Is Revolution, se celebra cada martes en Space hasta el 20 de Septiembre.

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