Santa Gertrudis ha sido durante mucho tiempo conocido como un crisol de culturas, ya que este pequeño pueblo siempre ha atraído a una multitud bohemia e internacional que viene a disfrutar del pintoresco entorno de la plaza adoquinada. Con la antigua iglesia proyectando su hechizo mágico sobre la plaza, es un lugar al que acudir mientras se disfruta de una noche ibicenca perfecta, absorbiendo una atmósfera inimitable y perfecta para observar a la gente.

Otra razón por la que tantos residentes y visitantes acuden en masa a Santa Gertrudis es, por supuesto, deleitarse con los excelentes restaurantes, cafeterías y bares que son el corazón de este pintoresco pueblo.

Este verano hay una nueva joya en la corona de la plaza: Finca La Plaza. Este restaurante ha sido la piedra angular de la comunidad durante décadas, y ahora, gracias a la encantadora remodelación del equipo My Love, que también nos trajo el lujoso Beachouse en Playa d’en Bossa, se respira nueva vida en esta institución ibicenca.

A tu llegada, lo primero que te llamará la atención es su encantador jardín, bella y sutilmente iluminado, mejorando al máximo el potencial de cada planta, árbol y flor. Abunda la fragancia de las hierbas que crecen en el jardín, llenando el aire con una mezcla embriagadora de lavanda, romero y tomillo, y endulzado con un toque de hinojo silvestre y menta. Las filas de pinos, algarrobos y olivos también se añaden a este deleite aromático.

Toma asiento en una de las mesas al aire libre, donde te recibirá amablemente un miembro del equipo para el que nada será un problema. Disfruta de una copa de cava como aperitivo y luego estudia el menú, el único problema que tendrás es… ¡saber qué elegir!

Encontrarás una selección ecléctica de deliciosos platos, todos ellos diseñados para estimular y seducir tu paladar, y con una magnífica presentación. Mientras esperas, relájate en este idílico entorno y verás cómo aumenta el apetito a medida que llegan los platos de otros comensales.

Una atractiva selección de entrantes adornan el menú, incluyendo el favorito de la casa, chipirones frescos perfectamente complementados con jamón ibérico asado con una guarnición de aceite de perejil y ajo.

Para los platos principales, una opción siempre popular es el solomillo, preparado a la perfección para que simplemente se derrita en la boca, y servido con unas simples pero deliciosas patatas a la mantequilla y unas verduras frescas a la brasa.

La lubina es otro ganador infalible, suculento y húmedo, con un acompañamiento perfecto de brócoli delicadamente aromatizado con ajo dulce.

Con tantos platos deliciosos para elegir y un ambiente ibicenco sin igual, no tenemos dudas de que la leyenda de La Plaza continuará prosperando y creciendo bajo esta elegante nueva dirección.