Remolinos de polvo, un ruido ensordecedor de motores y campesinas en traje regional que miraban al cielo: este era el aspecto de Es Codolá hace cerca de ochenta años. Por aquel entonces, cuando acababa de comenzar la Guerra Civil española en el año 1936, este territorio situado a unos ocho kilómetros de la capital se utilizaba como aeropuerto militar.

Un breve interludio como aeropuerto civil, que no obstante se usaba solamente para vuelos nacionales, insufló vida a la zona entre 1949 y 1951.

Animada por el desarrollo positivo del aeropuerto de Palma, en 1954 se constituyó una comisión que cuatro años más tarde emprendería la expropiación de terrenos para la ampliación del aeropuerto, la mejora de las barracas que entonces conformaban la terminal para los pasajeros y la construcción de una sala de espera con un presupuesto de apenas 500.000 pesetas (alrededor de 3000 euros).

En 1958, la compañía aérea Aviaco se convierte finalmente en la pionera que realiza vuelos comerciales a Palma y Barcelona en sus bimotores de hélice Bristol 170. El mismo año, Iberia oferta vuelos a Barcelona y Valencia en su DC-3, modelo conocido por haber sido utilizado en la época del Luftbrücke berlinés como «bombardero de pasas» (avión para lanzar dulces y provisiones).

Tres veces a la semana, los pasajeros pueden volar de Ibiza a Madrid en pocas horas haciendo escala en Valencia. A partir de 1960, los viajeros ya no tienen que correr por una pista polvorienta, ya que la zona de rodadura del aeropuerto, que dispone ahora de una torre de control previamente desmontada en Palma, es asfaltada. Tras otra expropiación realizada en el año 1961, el aeropuerto, dedicado en un principio a los vuelos nacionales, sufre una nueva ampliación, y un año después se aumenta el tamaño de la zona de rodadura para dar cabida a las máquinas con propulsión a chorro.

En 1964, el aeropuerto da un gran salto cualitativo en el aspecto técnico: además de un radiogoniómetro de onda ultracorta, se dota a las pistas de despegue y aterrizaje de una iluminación especial. Al mismo tiempo comienza la construcción del edificio del aeropuerto. Durante los dos años siguientes se ofertan vuelos internacionales regulares con control de aduana, y en 1967, los pasajeros pueden volar por primera vez a Ibiza directamente desde el extranjero. Por esta circunstancia, Es Codolá se gana finalmente el nombre de aeropuerto. Durante los años 70 y 80 se realizan ampliaciones de la pista, las zonas de rodadura y estacionamiento de aviones, la terminal y la sala de espera, y el aeropuerto se prepara para el aterrizaje del Boeing 747. Solo en el año 2010, el aeropuerto contó 5.040.800 pasajeros. En la actualidad, el 95 % de las personas que viajan a Ibiza lo hacen en avión.

Se espera que los trabajos de remodelación del aeropuerto concluyan en abril de 2012.

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