Las rondallas ibicencas son breves narraciones populares que durante cientos de años se han transmitido de padres a hijos. Recogidas, como los Hermanos Grimm en la Alemania del siglo XIX, por el famoso folclorista ibicenco Joan Castelló Guasch (1911-1984), estos cuentos constituyen el mejor exponente de la mitología de Ibiza. Son historias moralizantes pensadas para los más jóvenes que mezclan lo mágico y lo cotidiano y que constituyen el sustrato literario y cultural más importante de una isla donde la gente tradicionalmente vivía del campo o el mar, la literatura era prácticamente inexistente y las historias se transmitían de forma oral.

La mitología de Ibiza está poblada de curiosos personajes muy parecidos a duendes. El ‘fameliar’, un hombrecillo pequeño y feo con cierto mal genio, sirve realizar trabajos muy pesados o complicados en el hogar. Para conseguir uno, hay que ir en Nochevieja o en la Noche de San Juan bajo el puente de Santa Eulalia, donde crece una hierba con los primeros rayos del amanecer. Esa hierba se mete en una botella negra y al taparla se convierte en un ‘fameliar’. Después, al abrir la botella y con una humareda negra, se materializa este duende que grita sin parar ‘Feina o menjar’ (‘trabajo o comida’). Hay que andar con cuidado, porque una vez liberado, el ‘fameliar’ nunca parará, de trabajar o de comer. Por eso, hay que darle tareas imposibles o muy pesadas o dejará el granero completamente vacío.

Mucho más travieso es el ‘barruguet’, al que le encantan las bromas pesadas como poner ceniza en la comida, enredar hilos, amargar los alimentos o hacer llorar a los niños pequeños. Vive en pozos y cisternas y para tenerle contento hay que darle un trozo de pan con queso, la única forma de que esté tranquilo. Aunque los ‘barruguets’ son hombrecillos pequeños, forzudos y risueños, pueden aparecerse también con forma de macho cabrío.

Los ‘crespells’ son aterradores gigantes con el cuerpo lleno de verrugas que echan fuego por su único ojo y que viven en una cueva en Buscastell, de la que solo salen por las noches para devorar a los niños que encuentran fuera de su casa.

En la mitología de Ibiza también encontramos brujas, hadas, ‘follets’, que son espíritus mágicos invisibles, o al gigante de Es Vedrà, al que le encantan los pulpos y que da nombre a la película “Es Gegant des Vedrà i altres rondaies”, una cinta enteramente ibicenca y rodada en catalán que adapta tres de las rondallas más famosas de Joan Castelló. Narrándolas como tres cuentos independientes con un hilo conductor común, se inspira en famosas obras de estilo fantástico familiar como “Big Fish”, “La princesa prometida” o “La historia interminable”, reivindicando así un realismo mágico ‘made in Ibiza’.

Escrita y dirigida por el creador ibicenco Héctor Escandell (“El crimen del Día de Todos los Santos”) y producida por la Pauxa Films de Pablo Alcántara, nombrado Mejor Productor de Baleares el año pasado, “Es Gegant des Vedrà i altres rondaies” cuenta con la colaboración de todas las instituciones de la isla e importantes empresas e instituciones, y es una de las pocas películas que puede presumir de ser casi 100% ibicenca, tanto en temática y trama como en lo referente a su equipo técnico. La película, cuyo estreno está previsto en primavera de 2023, promete acercar al gran público la singular y desconocida mitología de Ibiza.