Creo que cada vez hay más gente volviendo al estilo de vida wabi-sabi. La gente quiere diseños más sencillos y conectados, en vez de esos materiales fríos e imitaciones que te hacen sentir como si estuvieras en un aeropuerto”.

Es la historia sobre Ibiza que hemos oído mil veces… una invitación en un momento de transición vital como un divorcio, un flechazo instantáneo con la isla, la compra espontánea de una casa, pasar cada vez más tiempo, abrazar una forma de vida más simple y natural… Es la historia del arquitecto/diseñador/artista estadounidense John Brevard. Menos de 2 años después de su primera visita, John ya se ha asentado y está dejando huella: está diseñando varias casas y una urbanización en la isla, y ha convertido su propio hogar en un showroom donde muestra sus esculturas y su trabajo, y vende sus piezas más pequeñas en la Boutique Ágora del hotel Six Senses.

La visión de John Brevard sobre Ibiza es más profunda. Como cuando afirma que sólo está aterrizando, conectando con la comunidad, pero advierte que la isla está cambiando rápidamente con tantos como él migrando a lugares como Ibiza en busca de una vida más tranquila en un mundo turbulento, donde poder ser más creativos y estar más conectados con la naturaleza. En su opinión el problema es que el elevado coste de la vivienda convierte la isla en un lugar que los artistas no se pueden permitir. John espera mitigar el problema contribuyendo al desarrollo de viviendas más asequibles. Aunque es nuevo en la isla, está tratando de entender mejor el mercado y cómo puede ser parte de la solución. Está investigando cómo crear “comunidades de artistas” y cómo encontrar la forma de apoyarlos para que no tengan que mudarse a otras islas, ya que la pérdida de artistas no es buena para Ibiza. Cree que mucha gente, como sus clientes, vienen a la isla para estar rodeados de gente creativa, y sin ella Ibiza sería un lugar menos interesante para vivir.

Si alguien puede abrirse camino entre la maraña de obstáculos gubernamentales y de la burocracia española para sentar las bases de una vivienda asequible en Ibiza, éste podría ser John Brevard. Durante sus más de 20 años de carrera, los amplios estudios de este diseñador han incluido religiones orientales, arquitectura antigua (templos, pirámides, mezquitas, iglesias), fractales geométricos de reversión, algoritmos astrológicos, procesos de diseño computacional paramétrico y técnicas de fabricación en 3D. Es agotador entender, y excede al alcance de este artículo, las etapas y complejos procesos por los que pasa cada una de sus piezas, desde el anillo más pequeño hasta la casa más grande. John diseña resorts, casas, mobiliario, esculturas, arte, calzado, joyería. Una inspiración fundamental para él son sus veranos en Perú de joven, cuando la profunda conexión y conocimiento de la tierra y el cosmos de las culturas indígenas le dejaron huella. Uno de los objetivos fundamentales del diseño es recuperar los espacios curativos que comprendían nuestros antepasados, las conexiones más profundas entre el hombre y la naturaleza que los occidentales han olvidado

El uso del wabi-sabi, materiales naturales, productos y pinturas más saludables, cristal aislante… la filosofía de John Brevard es crear productos que duren para siempre. Para él, la verdadera sostenibilidad es alejarse de la moda rápida. Su némesis es el escritorio de Ikea que prevé que acabará en un contenedor en 3 años, y afirma que es mejor ir a una tienda de segunda mano, encontrar un antiguo escritorio y restaurarlo uno mismo; quiere alejarse de la idea de que todo es desechable y cree que Ibiza ya acoge este tipo de vida. La clientela de John Brevard se mantiene igual en todo el mundo: músicos, intérpretes, artistas, tipos creativos, y John se inclina hacia el uso de materiales locales como la madera euroco, y las impresionantes areniscas, que afirma son características de la isla. Ha visto que los clientes desean volver a esa sensación de vivir en una casa antigua y atemporal, pero con alma. Opina que cada vez más gente busca la vida wabi-sabi, abandona el “estilo de futbolista”, y quiere diseños más sencillos y conectados, en vez de esos materiales fríos e imitaciones que te hacen sentir como si estuvieras en un aeropuerto, sin alma.

Antes de descubrir Ibiza, John Brevard vivía entre Miami y Nueva York. Describe Ibiza como un lugar con un gran sentido de comunidad, donde la gente se preocupa de verdad por los demás. Puede que Ibiza vaya a un ritmo más lento y tenga menos flashes que Miami, o menos esfuerzo que Nueva York, pero agradece que la gente en Ibiza sea menos superficial, esté más conectada con la naturaleza, con la tierra y con los demás. Dice que nunca ha sido tan feliz como lo es aquí, siguiendo el estilo de vida del bienestar, comprando comida de puestos agrícolas y pasando las tardes acudiendo a actuaciones musicales meditativas.

John Brevard

www.johnbrevard.com