La vida de ambos ha transcurrido entre costuras, y eso no solo en referencia a las prendas de alta costura que ellos mismos diseñan y comercializan. También su currículum parece una especie de costura en zig-zag.
Se inició en Berlín en 1989 con la creación de la marca de moda «3000» por parte de Frank Schütte. Se trataba de ropa atrevida para clubes cosida con aguja no menos atrevida a partir de materiales reciclados. La escasa resistencia de la ropa parecía no importarles en absoluto a los ravers del panorama techno ni a DJs como Sven Väth o Carl Cox, y todos los integrantes del movimiento techno se convirtieron en clientes de aquellos dos gurús fashion. El negocio marchaba sobre ruedas. Al menos al principio, pero la alegría no duró mucho. Agobiados por una retahíla de deudas, tuvieron que dejar Alemania y «huir» a Estados Unidos. Allí fueron saliendo adelante por separado, ganándose la vida a duras penas con algunos trabajos de costura.
Tras algunos años difíciles en Los Ángeles, se encontraron de nuevo Stefan Loy y Frank Schütte que tras un matrimonio pasó a llamarse Frank Ford. Volvieron a hacer moda juntos y fundaron en 1999 su marca «Loyandford». Tras su primer gran éxito (diseñaron y cosieron un vestido para Cher valorado en 7.000 dólares), subieron de nuevo como la espuma. Las estrellas de Hollywood acudían a ellos en tropel. Diseñaron ropa de escenario para Courtney Love, Lenny Kravitz, Gwen Stefani y Alanis Morissette. Después de que Angelina Jolie llevara puesta en una foto promocional para «Lara Croft» una camiseta de Loyandford con un kalaschnikov impreso, la gente literalmente les vació al dúo de diseñadores su tienda de Chinatown. También les encargaron vestuario para la escena artistas como Britney Spears, Reese Witherspoon, Madonna, «Mujeres desesperadas», Jennifer Lopez, Scarlett Johansson, Aerosmith, los Rolling Stones y Depeche Mode. En 2002 fabrican ya para las mayores tiendas minoristas, presentan su colección en las grandes ferias americanas y registran un volumen de ventas millonario. Son galardonados con distintos premios, como el Lincoln Icon Award 2005 en el MoMA de L.A., y tienen oportunidad de presentar un espectáculo de diseño en la Smithsonian Institute del Museo Nacional de Diseño de Nueva York. Mucho tiempo atrás se habían mudado de sus estudios a una gran finca en Beverly Hills.
Pero el éxito también pasa factura. «Quemados» en un clásico ejemplo de síndrome de burn-out, finiquitan sus negocios en EE.UU. y venden sus fincas, precisamente justo antes de la llegada de la crisis. En ese momento deciden regresar a Berlín. Sin embargo, después de tantos años en L.A. no consiguen volver a integrarse con la mentalidad de los berlineses. Por fin, aterrizan con las maletas llenas de dinero en Ibiza y se lanzan a disfrutar los que ellos mismos definen como free Ibiza life. Ahora producen solo a pequeña escala, han abierto una pequeña boutique en Dalt Vila y ya planean de nuevo su regreso al negocio de altos vuelos. ¿Dónde? ¡Aquí en Ibiza, claro!
Relajados y sin estrés, nos encontramos con LOYANDFORD en su White Horse Boutique Labiza, en el Portal Nou de Dalt Vila, donde hemos acordado una sesión fotográfica con la modelo Sabina y el fotógrafo Ralf Uhler. Frank y Stefan ya han diseñado algunos conjuntos. Sabina posa muy atractiva vestida con sus exquisitas prendas ante el telón de fondo de Dalt Vila a la luz del atardecer, mientras legiones de turistas se arremolinan a nuestro alrededor. En las próximas páginas les presentamos los resultados de esta sesión fotográfica junto con un pequeño resumen de su colección actual.