Ya en los años 80, mi mujer y yo considerábamos uno de nuestros restaurantes favoritos el «El Clodenis», un local pequeño y de carácter rural situado junto a la iglesia de San Rafael. En primavera y otoño ocupábamos siempre nuestra mesa ancestral delante de la estatua del ángel en el jardín, con vistas a la torre de la iglesia. Denis iba de mesa en mesa para saludar a los clientes o intercambiar los últimos cotilleos. Había conseguido inculcar un aliento de Provenza en un pueblo que por aquella época estaba como aletargado. Cuando murió hace algunos años de forma inesperada, el Clodenis cayó en el sueño de la bella durmiente.
Ahora por fin acaba de despertar a una nueva vida. David Oliel, que llevó hasta hace poco con gran éxito el restaurante Bacchus en Santa Gertrudis, y el antiguo editor de revistas Didier Macia se pusieron juntos manos a la obra y han «resucitado» el Clodenis. Didier es fan de Ibiza desde hace muchos años, de modo que David lo tuvo fácil para explicarle sus ideas y convencerle de la adquisición del local. En vista del encanto y la sólida reputación del establecimiento, Didier no se lo pensó dos veces.
Además, con ellos regresó a su puesto el antiguo jefe de cocina del Clodenis, José Miguel González, que últimamente había estado trabajando en el Bacchus. Ahora recibirá la asistencia de su colega Miguel Jessen, que hasta ahora cocinaba en Pachá. La filosofía de los nuevos socios es continuar la esencia del Clodenis: un lugar cálido y agradable donde se sirve cocina mediterránea basada en productos frescos, pero adaptarlo todo con un discreto toque de modernidad. Los dos brillantes cocineros del Clodenis son buena garantía.
