Este mágico establecimiento está ubicado en los jardines del Hotel Torre del Canónigo y a sus pies se extienden la ciudad y el puerto de Ibiza con una de las estampas más mágicas de la isla
Los jardines del Hotel Torre del Canónigo vuelven a encender la luz tenue de sus velas para iluminar la noche más romántica de Dalt Vila. El restaurante Kyupiddo, situado en el corazón de la ciudad amurallada, ofrece vistas al puerto de Ibiza además de un ambiente mágico adornado con pequeños farolillos flotantes y los estrellados cielos de Ibiza como única iluminación. Un rincón para el disfrute que presenta una carta selecta a base de los manjares más exquisitos como erizo de mar, trufas frescas o gyozas de Wagyu y que fusiona a la perfección la cocina mediterránea con el espíritu japonés. Kyupiddo retoma este año la temporada con un nuevo chef que promete no decepcionar a los paladares más refinados.
La experiencia Kyupiddo no termina en la carta y en sus vistas. Comienza mucho antes, a los pies de la muralla, donde un coche de golf recoge a los comensales para disfrutar de un paseo por la ciudad amurallada hasta llegar al jardín. La Torre del Canónigo aúna la belleza de la tradición ibicenca, representada por los cientos de años de historia de la muralla y la vertiente más cosmopolita para sorprendernos con una carta llena de las delicatesen más selectas. Durante la temporada pasada cerca de 3.000 personas pasaron por este exclusivo enclave que únicamente puede acoger cincuenta comensales por noche.
A los fogones de esta noche gourmet se encuentra un nuevo equipo de cocina con el chef Hisham Idlarbi a la cabeza, que llega a Ibiza con muchas ganas de sorprender. La carta de Kyupiddo te llegará al corazón con sugerencias únicas como el Bogavante en bella vista con salsa de papaya, servido sobre una julienne de calabacín y daikon con aliño de aceite, las ostras Gillardeau Nº2 con gelatina de champán o el Turnedó de waygu con naranja al chili y jengibre, sake y champiñones shiitake.
Las celebrities nacionales e internacionales se dan cita a lo largo del verano para disfrutar de esta joya de la ciudad amurallada de Dalt Vila y de la intimidad de su terraza. A diferencia de Bfor, el otro restaurante fusión japonés del grupo, este espacio apuesta por la discreción que ampara a todos sus clientes que disfrutan de su velada a la luz de las velas. ¿Estáis preparados para vivir una experiencia única?
