La Velada comenzó siendo un bar de vinos pero pronto cambió y ahora se ha convertido 50% en un bar y el otro 50% en un restaurante. Así que desconecta el teléfono, no mires el reloj y regálate un momento de lo más sofisticado: unas cuantas horas de tranquilidad con tus mejores amigos y una botella de buen vino.
La carta de comidas quizás no sea tan variado pero su contenido es único. Una fusión equilibrada de cocina italiana y española que ofrece ricos platos como: los escalopes con hierbas frescas (apetecibles e increíblemente deliciosos), el queso de cabra con mermelada de cebolla y nueces (nunca antes había sido tan sabrosa la espera del plato principal), linguine de Gragnano con almejas de Galicia (algo salado y totalmente delicioso), magret de pato marinado con cuatro especias y patatas con romero (delicioso y suculento).
La clave del el menú está en ofrecer algo que difícilmente se pueda encontrar en el barrio, o incluso en toda la isla. Por ejemplo, el risotto de cebada con tinta de calamar, gambas y menta, que parece arroz totalmente pero está hecho de cebada. O la ensalada de espinacas con bacon, parmesano envejecido 24 meses y huevos duros: ¿con qué facilidad encontrarías este tipo de queso gourmet en Ibiza? La última novedad en el menú ha sido el ceviche de rape, un poderoso rival para el perfecto tartar de salmón.
El secreto que se esconde detrás de este sabor exquisito no está sólo en las increíbles habilidades del chef, sino también en la calidad de los ingredientes. El bacalao proviene de Alaska, el salmón de Noruega, y los productos como el queso de cabra, el cordero o las verduras se producen de manera local. Para un dueño de un restaurante confiar exclusivamente en las provisiones de los agricultores ibicencos puede ser un poco más costoso y puede suponer algo más de esfuerzo pero hace que todos los platos sepan deliciosos, además conseguir que cada plato esconda una historia detrás de él.
La selección de vinos en La Velada es de lo más notable y evita deliberadamente las grandes y omnipresentes denominaciones. La lista se compone sólo de productos españoles e italianos, y cada dos o tres semanas se añaden nuevos. La gama de precios es bastante razonable: desde un Coto de Hayas Tempranillo Cabernet de Campo de Borja, España, a 14€, a un Marqués de la Concordia Hacienda de Susar de Rioja, España a 73€; y desde un Every Day Farina de Veneto, Italia a 15€ a un Barolo Pietrin D.O.C.G. Franco Conterno de Piedmont, Italia a 78€. Cualquiera que elijas, puedes estar seguro de que combinará a la perfección con la comida del menú.
La Velada abre sus puertas cada año en Semana Santa y da la bienvenida a sus invitados todos los días a partir de las 20.00h hasta la 1.00h, excepto los domingos. El cliente típico es normalmente francés u holandés, de mediana edad, amante de los vinos. Los ibicencos locales también se dejan caer de vez en cuando por el lugar atraídos sobre todo por el boca a boca, pero los italianos raramente se acercan, probablemente porque busquen lugares más turísticos.
La Velada no es ni un sito de grandes masas ni un local de comida rápida. Aquí no hay que molestarse si hay que esperar unos minutos extra para que te sirvan un filete miñón con crema de apio, patatas, espárragos y champiñones, esto forma parte del ritual. Además la música no interferirá en la conversación ya que no hay música fuera. Disfruta de tu cena, tómate tu tiempo y saborea el vino: deja que tu velada sea así de simple y auténtica.
