No es muy conocido que superestrellas como Britney Spears y Justin Timberlake ganaran sus primeros incentivos en el «Disney Club». Pero, ¿hubieras imaginado que uno de los gigantes más influyentes de la discoteca diera sus primeros pasos en Barrio Sésamo? En 1970 Nile Rodgers actuó en la banda de la serie estadounidense para niños “Sesame Street”. Y no estaba solo. El bajista Bernard Edwards, con quien en los años siguientes formó el núcleo de la legendaria banda Chic, también formó parte de la gira del espectáculo. Increíble pero cierto: una de las colaboraciones más exitosas e influyentes de la música pop donde estuvo en sus orígenes rodeado de Big Bird y Grover, Ernie , Bert y el Sr. Huber.
Los dos se hicieron rápidamente populares gracias a esa manera única que tenían de actuar juntos, y pasaron a fundar la banda Big Apple, donde anotaron sus primeros éxitos, por ejemplo cuando apoyaron a los Jackson Five y al niño prodigio, Michael Jackson. Cuando finalmente resultó que ya había una banda con las palabras Big Apple en su nombre en alguna otra parte, Rogers y Edwards se vieron obligados a cambiar el nombre de su grupo. De ahí el nacimiento de Chic en 1977.
Y fue el comienzo de una era. A esto le siguieron increíbles éxitos de la talla de «Le Freak» (disco de platino tres veces más), «Dance Dance Dance» (con su característica frase «yowser, yowser, yowser») o «I want your love». Chic no sólo tuvo éxito como banda; bajo el lema «The Chic Organization» sus producciones trajeron éxito a otros artistas, por ejemplo, a Diana Ross, a la vez que seguían perfeccionando su sonido. Aunque al hacerlo, adaptaron a fondo la base de su sonido a los respectivos actos, sus marcas distintivas; ese bajo suave e irresistible, y los acordes a cargo de las relajadas manos de Rodgers, siempre en el punto de mira. Otros clásicos incluyeron éxitos de Sheila B. Devotion («Spacer») y el inolvidable «We are Family» de las no menos legendarias Sister Sledge.
En los años 80, el ritmo de Chic se convirtió en uno de los modelos a seguir para el hip -hop («Rapper’s Delight»). Rodgers también introdujo a David Bowie al baile con el gran éxito de «Let’s Dance», produjo a Duran Duran, Madonna, Mick Jagger y así sucesivamente, la lista de grandes nombres es prácticamente interminable. Ya fueran principiantes o superestrellas, solistas experimentales como Laurie Anderson o bandas tan diferentes como los Thompson Twins y Earth, Wind & Fire, todos deseaban al hombre con el toque de Midas, que todo lo que tocaba tenía éxito.
En el 90 Rodgers volvió cada vez más a las actuaciones en vivo mientras que trabajaba en bandas sonoras como «Beverly Hills Cop 3» o «The Flinstones». En el 2005, fue incluido en el «Disco Hall of Fame»; sin embargo para el «Rock and Roll Hall of Fama» tendrá que esperar algo más. Con ocho nominaciones en diez años, Rodgers tiene el récord. Será interesante para ver el momento en el que le admitan. Sin embargo, recientemente ha tenido cosas más importantes de las que preocuparse que de premios y méritos.
