Último fin de semana de abril en Ibiza: residentes y turistas de fiesta en los openings de las discotecas más famosas: Ushuaïa, Hï, Pacha; atletas de élite de 61 naciones compitiendo en el Campeonato Mundial Multideporte 2023… Y en el espacioso estudio del Cercle de Consciencia de Sant Josep, gruñidos y gemidos de 45 hombres y mujeres reunidos para un agotador reto de 13 horas de dolor, temblores y agonía, llevando sus cuerpos y mentes al límite. Alrededor de ⅓ del grupo ya había estudiado con Usha Devi en la India. Otros, conociendo su reputación, se inscribieron inmediatamente. Algunos son instructores de yoga, otros (como yo) hemos practicado yoga durante años, pero nunca habíamos experimentado esa intensidad, precisión y minuciosidad de un curso de Iyengar.

Si existiera algo así como la realeza del yoga, sería Usha Devi. Sus seguidores la ven como una de las últimas discípulas y la heredera directa de B.K.S. Iyengar, uno de los principales gurús del yoga en el mundo. A él se le atribuye la popularización a nivel mundial del yoga como ejercicio y la creación del estilo que lleva su nombre. Iyengar dejó de dar clase en 1984 y murió en 2014. Usha es una de sus últimas alumnas vivas y enseñando.

Nativa de Suiza, Usha Devi recuerda con cariño su primera visita a Ibiza en 1970, con 18 años. Ha querido volver a Ibiza y dar clase por primera vez en España para apoyar su comunidad global de estudiantes, ya que algunos han desarrollado su carrera en la isla. A mediados de los 70, después de leer mucho sobre filosofía india, Usha se mudó a la India. Estudió rituales sánscritos, música y canto clásico indio, y montó un Ashram/escuela en el centro espiritual de Rishikesh, la “capital” del yoga. Usha no comenzó su práctica en el yoga hasta los 39 años, inspirada tras conocer a Iyengar y su manera de dar clase. Pasó por dos accidentes de coche y asegura que los años de yoga rehabilitador con Iyengar la salvaron de una vida en silla de ruedas. Totalmente curada, comenzó a impartir clases en 2002, ya que Iyengar insistía en que debía compartir toda su sabiduría.

“Vacía tu mente agotando tu cuerpo. Hay que mover el cuerpo rápidamente para que la mente pueda descansar. Toda enseñanza debe traerte al presente. Con minuciosidad, con consciencia. Cada vez más largo. Cada vez más alto”. Mantras de Usha Devi.

La organizadora del curso, Luisa Geraldes, explica: “Con Usha desarrollas tu voluntad, la fuerza que te empodera y te inspira para esforzarte al máximo. Es una auténtica instructora, sus clases son el resultado de su propia práctica y sus esfuerzos tras dos accidentes de coche devastadores. Comparte todo”. Al mismo tiempo, Usha es tan fuerte, exigente y sarcástica que no duda en humillar a sus alumnos. En cada sesión dije que no volvería, que cancelaría su entrevista… pero volví y la entrevisté, porque los resultados fueron increíbles: la postura, la fuerza de la espalda, la claridad, el cuello flexible y mantener la cabeza tan erguida después de 13 horas.

Usha Devi cree que es importante practicar Iyengar yoga a cualquier edad, y es que hay estudiantes que hacen yoga ashtanga o vinyasa que acuden a ella con lesiones. No les regaña, los intenta ayudar de la misma forma que su maestro Iyengar la ayudó a ella. El mensaje de Usha: Sigue practicando, te ayudará en tu día a día y en el futuro a estar sano, ser feliz y ser tú mismo.