Entrenada en artes chamánicas por tribus polinesias, Ivy ha elegido trabajar con los jóvenes, apoyando a tribus étnicas y orfanatos de todo el mundo. A menudo participa en la ONU y asiste como invitada en debates, como defensora de la conservación de la sabiduría ancestral.
Ivy es una visitante singular en la isla y su relato de cómo llegó a Ibiza es bastante inesperado. «Ibiza me llamó para compartir un mensaje en su nombre», comienza muy seria, «Está escrito aquí en mis marcas», dice refiriéndose a los tatuajes polinesios de su cara. «Estas marcas representan la ley universal en nuestra antigua lengua. La gente ha olvidado lo que significa trabajar con verdad e integridad en tu corazón. Puede parecer sencillo, incluso natural para algunos, pero hay una fórmula y la gente ha olvidado las matemáticas divinas de las que surgieron».
Comienza a relatar su historia con Ibiza: «Cuando llegué, me invitaron en seguida a ser consejera espiritual en todos los eventos sagrados y ceremoniales de la isla». Ivy recuerda cuánto esfuerzo, amor e intención ponía la gente de Ibiza en profundizar en una conexión personal y colectiva con lo divino. «Vine aquí para recordaros que sólo estáis empezando, que sólo habéis comenzado a recordar vuestra conexión con el mundo antiguo y que aún queda mucho trabajo duro por delante».
«El trabajo duro”, puntualiza, “es otro concepto que se ha perdido en el mundo moderno: se trata de una acumulación de todas las horas de trabajo». Destaca cómo en la era digital todo el mundo parece estar comprando y vendiendo atajos para una cosa u otra, «pero la ley universal establece que no hay atajos hacia lo divino, sólo la constancia a largo plazo y centrarte cada día te llevan a tu destino».
Ivy nos cuenta que no es casualidad que Ibiza se considere un lugar especialmente poderoso. La gente repite a menudo la frase «Ibiza te ama o te echa», y no lo hace por elección. «Depende de la energía que traigas a la isla dentro de ti. Verás, Ibiza guarda los planos del mundo antiguo, por eso muchos de nosotros experimentamos aquí una ralentización del tiempo, una cierta deformación temporal. Si puedes sintonizar con la antigua energía de Ibiza, vivirás cosas sorprendentes. Pero si optas por deshacerte aquí de todo tu equipaje, no creo que Ibiza lo tolere».
Hablando en nombre de la isla, Ivy también afirma que, durante el reciente parón mundial, Ibiza ha rejuvenecido gracias al silencio, pues la gente tuvo la oportunidad de repensar sus prioridades. Le pedimos que nos simplifique el mensaje de Ibiza, y lo hace con palabras que se pueden sentir: «Ven a dejarte abrazar por la antigua vibración de la lentitud, por los elementos naturales. Ven y sé eterno conmigo».
Surge la pregunta de por qué sentimos que nuestra alma anhela «las formas antiguas», a la que Ivy contesta: «La vida era lenta, no había distracciones ni pantallas. Imagina la vida preindustrial, la Ibiza antes de la industrialización, la gente, la sociedad y la forma de comunicarse. Era una época diferente, éramos más dependientes y estábamos más conectados con la tierra. Todavía se puede sentir en nuestro interior. Somos el subproducto de la antigüedad, llevamos su ADN. En Ibiza podemos sentirlo en los momentos de soledad, cuando te acoge para que descanses en su paraíso y, una vez lo has hecho, te anima a explorar tus cualidades naturales».
Ivy se centra en la importancia de cuidar y alimentar este paraíso que nos acoge, al tiempo que cuidamos de nosotros mismos para estar en sintonía con este santuario.
Aprovechamos también para hablar de su futuro y del enfoque de Ivy. «La visión del futuro es una visión de fuerza y renovación, un reinicio cósmico, por así decirlo. Llegará a través de los niños que han crecido, los que han hecho «el trabajo». Ellos traerán de vuelta los ritos de paso que se han perdido por completo en el mundo moderno. Ellos, formados y guiados por los ancianos, son los portadores de la antorcha del futuro, los que llevan el calor del fuego. Han elegido no unirse a la lucha ni rendirse, sino asumir la responsabilidad de labrar y guiar un camino alternativo. Me siento orgullosa de dar cabida a estas nuevas voces y estoy deseando presentarlas al mundo».