Entre los numerosos restaurantes de lujo de la Isla Blanca, esos lugares a los que vas a “ver y ser visto” y a etiquetarte en las redes sociales, se está gestando una revolución. Margot y Pierre, el dinámico dúo a cargo de Boca Chula, el nuevo restaurante, wine bar y «champagnerie» de Jesús, estaban ya cansados de las repetitivas comidas gourmet y de la cocina demasiado cara, así que decidieron crear un destino gastronómico que reflejase su filosofía de comer bien a un precio razonable.
Usando ingredientes de proximidad, idealmente de km 0, a través de proveedores cuidadosamente seleccionados como Miguel, pescador local al que presentan con orgullo en su impecable imagen de Instagram, la clave del delicioso menú de Boca Chula son platos sencillos pero de alto nivel donde los sabores son los protagonistas y que son perfectos para compartir con tus seres queridos. Ya sea en una velada con amigos brindando con sus cócteles elaborados magistralmente, o deslumbrando a tu cita con champán y ostras frescas, en Boca Chula todo es un festín, desde las crujientes berenjenas rellenas cubiertas de hojas frescas de albahaca, tomates cherry y burrata cremosa hasta un delicioso pulpo a la parrilla servido sobre una rebanada de polenta, o ñoquis en una salsa de tomate ‘Sorentina’ clásica y afrutada.
Convencidos de que no se debería pagar más para poder disfrutar de los fantásticos productos locales, han puesto mucho cuidado en crear un menú interesante y sencillo que hará las delicias de los comensales, no sólo por su calidad y sabor, sino también por sus precios. El jefe de cocina, Salvatore Eletto, es el encargado de preparar los platos, hermosos a la vista pero sin resultar recargados, repletos de aromas fragantes equilibrados de manera cuidadosa y elegante. Fue precisamente por esta habilidad por la que Margot y Pierre quisieron contar con el maestro de cocina, después de que Pierre, al que muchos recordarán de sus días en Clandestino, quedara impresionado por los platos de pasta simples pero sutilmente sublimes del chef. Ahora, Salvatore es considerado un socio más en este apasionado proyecto de Boca Chula.
Al igual que su variada carta, el restaurante ofrece un rincón para cada ocasión en un entorno elegante y acogedor. Tanto en la espaciosa terraza, donde los comensales pueden sentarse bajo un techo estilo chiringuito cubierto con hojas de palmera secas y con loros de colores que brotan del follaje, como en su acogedor rincón interior iluminado por el resplandor de las bombillas de Edison, te sentirás como en casa, independientemente de que vengas a tomar una copa de vino, algo de “pan y jamón” del mercado, una selección de tapas o a darte un festín en toda regla. Todos los rincones de Boca Chula son dignos de “instagramear», pero la idea es desconectar un rato, deleitarte con los sabores y pasar tiempo de calidad junto a tus seres queridos disfrutando sus comidas preparadas con mimo.