Hay quien dice de él que es el mejor pintor en activo de Ibiza inclusive. Hay quien no duda en eliminar el añadido ‘en activo’. Erwin Bechtold (Colonia, Alemania, 1925) se estableció en la isla de manera definitiva en 1958, cuatro años después de descubrir la isla un día lluvioso y tras un terrible viaje en barco. Las circunstancias adversas no impidieron que se enamorara de Ibiza. Un flechazo similar al que sintió por su esposa Christina, una mujer de gusto artístico exquisito y gran talento para la organización que ha sido clave en la carrera artística de Bechtold. Con ella se asentó en Can Cardona, Sant Carles, una casa que estaba en ruinas cuando la compraron y que, poco a poco, han ido arreglando y adaptando en una reforma paulatina que sólo se puede calificar de ejemplar.

Este pintor llegó a España dejando atrás un futuro tranquilo y seguro en la imprenta y editorial familiar. Decidió tomar el camino del arte, para lo que primero pasó por París, donde trabajó con Fernand Lèger, hasta llegar a Barcelona, ciudad en la que rápidamente contactó con la resistencia cultural que defendían grupos como el famoso Club 49. Por entonces, su pintura claramente informalista y matérica, se va definiendo y evolucionando hacia la abstracción.

Como tantos otros artistas, Bechtold tuvo que buscar una fuente de ingresos estable que le permitiese dedicarse a su verdadera pasión. Para ello utilizó sus conocimientos de maestro impresor para trabajar como diseñador gráfico (durante 30 años diseñó las portadas de la editorial Destino). También le encargaron varios trabajos de interiorismo que resolvió con maestría e ideas innovadoras (proyectó las tiendas Gonzalo Comella, la librería Áncora y Delfín o la librería Técnica Extranjera, todas ellas en Barcelona). Esta labor que ahora él recuerda como meramente alimenticia ha sido reconocida con premios y por maestros de ambos ámbitos.

Una vez asentado en Ibiza y con ánimo de dinamizar la actividad cultural de la isla y generar nuevos estímulos, inició la creación de Grupo Ibiza 59 a instancias del hotelero Schillinger. En el grupo participaron Erwin Broner, Hans Laabs, Bob Munford, Katja Meirowsky, Egon Neubauer, Bertil Sjöberg, Antonio Ruiz, Heinz Trökes, Carlos Sansegundo, Bob Thompson y Pierre Haubensak. No sólo expusieron sus obras en la galería El Corsario de Dalt Vila, sino que se ocuparon de traer a la isla obra de los principales pintores de la época.

El hecho de que Bechtold viva en la isla no significa, ni mucho menos, que viva aislado. Durante su trayectoria ha expuesto en lugares tan importantes como los museos Kunstverein y Schloss Morsbroich, la Leicester Gallery, el Museum am Ostwall, la Fundación Joan Miró o en el Wilhelm-Hack-Museum , además de en galerías históricas como Lauter, Gunzenhauser, la Cité, René Métras, Juana Mordó o Barcelona.

Sin ánimo de explicar su pintura, lo cual es siempre un despropósito, el propio Bechtold asegura : “Existencialmente estamos sujetos al juego del desorden controlado, del orden incontrolado. Mis cuadros son un intento de transferir ese complejo e insondable enigma a la realidad artística’. Así, sólo el espectador que quiere ver, que se detiene ante sus lienzos con una actitud reflexiva, es capaz de bucear en ese enigma. Bechtold es un artista fiel a sí mismo, que huye de las modas, que trabaja tranquilo fuera de los círculos que controlan las tendencias. En la isla encontró su lugar y aquí sigue trabajando. “Mi mejor cuadro llegará mañana”, le gusta decir.

‘Erwin Bechtold, retrato de un artista’

Centenares, miles, millones de imágenes de Ibiza nos remiten al sol, a la playa, a la noche, a los espacios chill-out, a la música electrónica… Los objetivos de las cámaras, las luces de los flashes se dirigen siempre hacia estos temas de enorme e indiscutible atractivo. El joven director ibicenco Enrique Villalonga decidió girar su cámara y enfocar hacia otro lado, quizás menos conocido pero doblemente interesante, y mostrar una imagen de la Ibiza cultural, en mayúsculas. Y esa elección pasa por el artista alemán Erwin Bechtold.

El rodaje del documental ‘Erwin Bechtold, retrato de un artista’ comenzó en 2007 con una extensísima entrevista al pintor en la que fue desgranando diferentes e interesantes aspectos de su biografía y su obra. El resultado es ‘Erwin Bechtold, retrato de un artista’, un documental de una hora en el que el espectador no sólo profundiza en la obra y en la vida del artista alemán sino que conoce aquella Ibiza de los años 50 y 60 que se situó en la primera fila del arte contemporáneo. El documental se estrenó con éxito en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) en octubre de 2009 y ha proseguido sus presentaciones al público en Eivissa y Formentera. Viajará a Palma y Barcelona y más tarde ampliará su recorrido a Francia, Inglaterra y Alemania gracias al apoyo del Institut Ramon Llull.

Este trabajo de la productora ibicenca Factoría Difácil, –que capitanean Villalonga y Julio Arche– recoge los testimonios de personajes tan importantes para el mundo del arte como el coleccionista y editor de prensa Pedro Serra, el diseñador gráfico Enric Satué, el arquitecto Lluís Domènech y Girbau, la directora de la Fundación Miró, Rosa María Malet y los pintores Rafael Canogar y Rafael Tur Costa. También aportan su visión del artista el empresario Jordi Comella, la directora del Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza, Elena Ruiz Sastre, el arquitecto Salvador Roig y los periodistas culturales Julio Herranz y Fernando de Lama, entre otros. Cada uno de ellos revela alguna de las facetas de este pintor carismático. Un hombre que, como apunta Canogar, transmite un gran entusiasmo por la vida.

El director

Se trata del primer documental de Enrique Villalonga (Ibiza, 1976) –graduado en dirección cinematográfica en el Centro de Estudios Cinematográficos de Cataluña y licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Catalunya–. En 1990 realizó su primer cortometraje con 14 años.
Villalonga ha contado para este trabajo con la colaboración de Laura Ferrer Arambarri, que ha elaborado el guión junto con el director. También se ha ocupado de buena parte de las entrevistas y de la producción. “La idea de centrar el documental en Erwin Bechtold surgió de Laura Ferrer, que ya lo conocía con anterioridad por su trabajo como periodista del Diario de Ibiza, y que estaba convencida de que sería un artista muy interesante para entrevistar e investigar sus aportaciones”. El director del filme también destaca el “gran trabajo” de su socio en la productora, Julio Arche.

Video de la Exposición: Bechtold CDAN.

Video: La obra de Erwin Bechtold llega a Zaragoza

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