Un oasis en medio de la tormenta. Durante mucho tiempo, la vida nocturna del puerto de Ibiza ha sido sinónimo de meterse a calzador en bares abarrotados para tomar bebidas de medio pelo en ambientes más que dudosos. Ibo ha decidido ir contracorriente. El 8 de agosto, Ibo abrió sus puertas discretamente, sin pompa ni circunstancia y sin invitar a las personalidades de turno, sin otra intención que convertirse en un segundo hogar lleno para disfrute de aquellos clientes que anteponen la calidad y la comodidad a que les sirvan como el ganado unas bebidas desastrosas. Ibo posee un ambiente relajado y tan limpio como estiloso.
La carta de cócteles es un verdadero chapuzón de bebidas veraniegas, y todas sin excepción son extraordinarias. Ibo también ofrece una buena selección de vinos por botella o copa, de modo que los paladares más exquisitos también pueden disfrutar de todas las extravagancias que pasan por delante de la terraza. Ibo es un lugar para personas que aprecian la calidad del producto, el servicio y el ambiente. Ibo nos devuelve a aquella época refrescante en la que el cliente sí era lo primero.
