El mundo de la música de baile es intrigante. Hace unos pocos años, dos adolescentes holandeses estaban contentos con sus vidas, estudiaban y en sus ratos libres hacían música. Martijn vivía en Amstelveen y perseguía su sueño. Sobre todo después de ver a Tiësto actuar delante de millones de personas en la ceremonia inaugural de las Olimpiadas de Atenas, en 2004. Más abajo, en Rotterdam, la vida de Oliver cambiaba para siempre después de vivir una fiesta de fin de curso muy especial en la que actuó ni más ni menos que Hardwell. Él también quedó prendado de todo aquello
Viajamos en el tiempo hasta Julio de 2015. Me encuentro en Ushuaïa con estos dos chicos que parecen que no lo han hecho nada mal desde entonces. Hits números uno, millones de fans en las redes sociales, cabezas de cartel en festivales de todo el planeta, colaboraciones de estudio con los mejores artistas, suculentos acuerdos de patrocinio… Lo mejor de todo es que si sumamos sus edades, no llegan a los 39 años.
«Es tan irreal», ríe Martin Garrix mientras hecha un vistazo fuera para mirar a la multitud. La cola de gente para entrar en Ushuaïa da la vuelta al recinto y llega hasta la avenida de Platja d’en Bossa. Es el día del Opening de Multiply. «La primera vez que vine aquí me colé por una puerta trasera para ver a Swedish House Mafia, era menor de edad. Los agentes de seguridad me pillaron y me echaron fuera. Ahora, mírame, tengo mi propia fiesta aquí, es una locura. No puedo dejar de pellizcarme».
Lo que es aún más loco es que sólo treinta minutos antes estaba bajando por las escaleras de un avión privado que acababa de llegar de América, de su residencia en Las Vegas. Mañana es el cumpleaños de su madre y volará hacia Malta para estar con ella un par de días. Le pregunto qué piensan sus padres de que su hijo de 19 años esté recorriendo el mundo de forma tan extravagante. «A veces me despierto muy cansado tras una actuación y pregunto a mi equipo si es posible volar en un avión privado al próximo show para así dormir un poco más… Mis padres nunca tardan en llamarme para decirme: ¿Qué coño estás diciendo hijo? ¡Levanta tu culo perezoso de la cama y ves al aeropuerto a la hora que te toca como todo el mundo!» La verdad es que me ayudan a mantenerme con los pies en la tierra.
Oliver Heldens también tiene mucho que agradecer a su familia, especialmente a su padre que debe ser uno de los tipos más cool del planeta. «Mi padre me abrió los oídos a la música cuando era niño», admite. «Podía estar en mi habitación haciendo los deberes y escuchar algún grito de mi padre: ‘¡Oliver, ven y escucha este disco, rápido!’. Entonces ponía alguna rareza de drum & bass, techo, funk o jazz y me miraba buscando mi aprobación. Su gusto musical es exquisito». ¿Le gustan tus temas?, le pregunto a la joven estrella holandesa, actualmente en la cresta de ola gracias a su hit «Shades Of Grey. «A mi padre le encanta mi música. Te lo acabo de decir… ¡Tiene muy buen gusto!».
Multiply, los viernes de este verano, parece una verdadera house party, con Martin escogiendo a DJs amigos para sus line up junto a Oliver, en una noche donde no hay reglas. «Mi idea para Multiply es la misma que para mis DJ sets. Cuando actuó sé cuál va a ser mi primera canción, quizá también la última, pero no sé qué va a pasar en medio… Me encanta que las sesiones fluyan por si solas». Eso es, le sugiero, de lo que va ser DJ, ya hay demasiados artistas por ahí tocando las mismas canciones en el mismo orden en sus sets. «Exacto. Lo que me gusta es sorprender a la gente y asegurarme de que el público disfruta de una actuación real. A los invitados en Multiply les digo que tienen vía libre para actuar en formato back to back con nosotros, que pueden venir a pasarlo bien y a hacer algo honesto, sobre todo porque no hay un lugar mejor en el mundo para divertirse que Ibiza».
